Como ya nos imaginábamos, Felipe se ha despedido definitivamente del top-ten. Y lo digo con cierto pesar porque era hasta folclórico el que ocupase un lugar en el top-ten (lo mismo se podría decir de Carlos Die).
Ahora dirá que la culpa es de la Mini-banda, o de las fisuras que ha detectado en la Mini-banda, o del tiempo, o de cualquier otra cosa. También dirá que las clasificaciones a media jornada, no son ni clasificaciones ni nada pero lo que más le duele es que precisamente el puesto que él tenía hasta ayer, ahora lo ocupa UNO DE LOS INTEGRANTES DE LA MINI-BANDA.
Es posible que hasta vea fantasmas o trampas, pero la verdad es que lo que no ve ni de lejos son los signos de los partidos.
Un deseo desde aquí : no desesperes porque quizás en otra edición de la Porra consigas volver a los primeros puestos.
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1 comentario:
Conviene no abusar de los adverbios (definitivamente).
Las procesiones duran lo que duran, y hasta que el último cura no pasa, éstas no acaban.
El abuso de adverbios definitivos se puede volver en contra de aquellos que los emplean, pues cuando las cañas se vuelven lanzas es muy difícil rectificar, y el prestigio, por lo demás bastante mermado, de los integrantes de la, en vías de desmenbración, mini-banda puede continuar su descenso a los infiernos.
No tengáis prisa, ni os pongáis nerviosos, quedan siete meses para el final de la porra y mucho recorrido que algunos si tenemos.
Un abrazo a toda la organización de un participante ejemplar.
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